Va de retro: Yaiba

Hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana...existía una cadena de televisión llamada Telecinco que ofrecía un contenido lúdico sin parangón, con decenas de entretenidas series venidas del lejano oriente. Una de aquellas series era Yaiba, una simpática obra en la que se narraban las aventuras de un espadachín pelo pincho de parecido razonable a cierto personaje de Toriyama de cuyo nombre no quiero acordarme (si amigos, empezar un texto parafraseando Starwars y acabarlo parodiando el Quijote no tiene precio).

¿De qué trata esta bonita serie? como casi siempre, voy a fusilar inspirarme en la Wikipedia para ahorrar tiempo: "Yaiba Kurogane, es un muchacho que quiere convertirse en el mejor samuraí"(que no el último, ese ya sabemos que fue Tom Cruise). "Para ello, regresa a casa junto a sus mascotas (Kagetora y Shonosuke, un tigre y un buitre, respectivamente) tras entrenar durante años con su padre en una isla remota. Es allí donde conoce al rival de su padre y a su hija, Sayaka Mine (que es petarda a más no poder). Un día, Yaiba se acerca al instituto de Sayaka y conoce a Takeshi Onimaru, capitán del equipo de kendô del instituto, con quien se reta para mostrar quien es el más fuerte. Yaiba gana el combate.
Takeshi, cegado por su derrota frente a Yaiba, decide usar una espada legendaria, herencia de su familia, en la cual está encerrado el espíritu del Dios del Viento, dejándose poseer por él y convirtiéndose así en un demonio. Ante esto, Yaiba es fácilmente derrotado. Por ello, decide marchar al monte en busca de la espada del Dios Relámpago para contrarrestar a Takeshi, pero sin seguir el camino de éste, sino que en vez de dejarse dominar por el Dios decide dominar él a la bestia y así controlar el poder, gracias al entrenamiento que le realiza Musashi Miyamoto, un legendario samurái".

Menudo tocho, ¿verdad? Pues continua:

"Siguiendo las aventuras de Yaiba aparecen más esferas de poder diferentes que acopladas al agujero de su espada del Dios Relámpago le proporcionarán la ayuda necesaria para poder encarar nuevos retos y derrotar a enemigos más poderosos, hasta que finalmente consiga la esfera definitiva, la del Dios Dragón".

Es decir, un niño al que le gusta una pelea más que a Poli Díaz, que va acompañado de una niña repelente y que busca unas esferas, con dragones, viejos verdes y enemigos cada vez más fuertes...¿No os resulta familiar?. Plagios aparte, lo mejor de la serie (aparte de tropecientas batallas épicas de esas que tan palote nos pone a todos los fans del manga Shounen) es el humor. Yaiba es una serie muy graciosa, con ese humor, a veces absurdo y que roza lo obsceno, que tanto gusta a los japoneses.
En definitiva una serie que compensa su falta de originalidad argumental con unos personajes dotados de un sentido del humor que era muy de agradecer en aquellos años.