sábado, 27 de noviembre de 2010

De los 8 a los 32: Slam Masters

Por fortuna o desgracia, pertenezco a esa generación que creció viendo Pressing Catch a la hora del bocadillo de Nocilla. El mundo era sencillo y no había nada más reconfortante que sentarte en tu sofá y ver como la bestia parda de Hulk Hogan le daba una manita de hostias a Terremoto Earthquake. Tambien molaba cuando despues de cada programa, te reunías con tus amigos y recreabais las mejores peleas, algo que no os recomiendo si creeis tener los huesos frágiles y vuestro amigo más gañán (ese que tiene bigote desde 4º de EGB) cree ser el Enterrador.
Total, que pasaron los años y ya metido en la adolescencia, esa etapa de la vida en la que te la cascas más que un mandril descubres el amor, yo me enamoré perdidamente de una máquina recreativa llamada Saturday Night Slam Masters.

Slam Masters flyer.jpg

Slam Masters, conocido en Japón como Muscle Bomber (no, el juego no iba de un bombero musculoso como podría pensar alguien que haya estudiado inglés en Opening) era a los videojuegos lo que Pressing Catch era a la televisión: luchadores estereotipados hasta decir basta, cubos que aparecen repentinamente en el cuadrilátero y que por lo general acaban estampados en alguna cabeza, y sobretodo: era simple, divertido y violento (el equivalente al bueno,bonito y barato para cualquier freak que se precie).
El funcionamiento del juego era más de lo mismo, no necesitabas un master para aprender a jugar. Aquí no habia combos complicados ni tenías que usar el R1 para recargar ni cucamonas extrañas, disponías sólo de tres botones: el de saltar, el de dar hostias y el de hacer llaves.
El resultado era obvio: te divertias desde el principio y si ganabas luchabas contra otro oponente. Si perdías te ibas a casa (o te gastabas otros cinco duros).

File:Saturday Night Slam Masters (character selection).png

El juego no se caracterizaba precisamente por un amplio abanico de luchadores. Disponiamos de diez criaturitas que soltaban leches como hogazas de pan:
Biff (no confundir con el malo de "Regreso al futuro"): El típico luchador rubiales que nadie elige. Lo odiaba.
Gunloc: Una copia barata de Guile. Me caia mal.
The great Oni: Luchador japonés que parecía sacado de un teatro Kabuki homosexual. Una basura.
Titán: Mi favorito de lejos. No tiene pinta de disfrutar de una buena lectura ni me lo eligiría de pareja para jugar al Trivial, pero sabiendo que su lema es "cuando la razón falla prevalece la fuerza" sobra cualquier mierda intelectual y lo conviertes en tu luchador fetiche sin pensártelo.
El Stingray: Luchador mexicano enmascarado (me resulta familiar...). Bastante ágil pero más blando que la mierda de pavo.
Haggar: Este Freddie Mercury hormonado es otro de mis favoritos (soy un nostálgico de Final Fight, lo reconozco).
Grater: Un gordales pelirrojo. Lento pero efectivo.
Rasta: Un tipo asalvajado que siempre aparece acompañado de su mono (como Marco, sólo que Rasta no buscaba a su madre, probablemente se la comió).
Jumbo: Otro gordo cabrón luchador obeso. El más lento del juego y muy fácil de esquivar. Eso si, si de casualidad te calzaba una hostia...que dios te pillase confesado.
The Scorpion: Nada que ver con el grupo de música. El boss final del juego y por lógica el más difícil de derrotar.


Mención especial merece el modo multijugador, disponía de hasta 4 jugadores, cosa que es de agradecer cuando quieres pasar un buen rato con tus amigos (o con dueños de salones recreativos que estén ociosos).
En definitiva, un juego entretenido, sencillo y sin más pretensión que la de hacerte pasar un rato agradable.

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